Inician las audiencias por El Asalto al Capitolio

 


Policías narran el “terror” que vivieron  por seguidores de Trump

El sargento Aquilino Gonnell, de origen dominicano, fue uno de los oficiales del Congreso que narró la violencia que enfrentaron durante la insurrección y piden a congresistas investigar los hechos y presionar para que los culpables paguen por sus actos.





Este martes comenzaron las audiencias del Comité Especial del 6 de 

Enero en la Cámara de Representantes, impulsada por la presidenta Nancy Pelosi (California). Los primeros en tomar el micrófono son policías que narran el caos y el miedo que enfrentaron durante el ingreso violento de los seguidores del presidente Donald Trump.

“Me caí sobre unos escudos policiales en el suelo que estaban resbaladizos por el spray de pimienta… Los alborotadores inmediatamente empezaron a tirar de mi pierna, por mi escudo, por la correa de mi equipo en mi hombro izquierdo. Mis instintos de supervivencia se activaron y comencé a patear y a golpear mientras trataba de llamar la atención del oficial detrás de mí”, narró el sargento Aquilino Gonnell. “No pudieron ayudarme porque también estaban siendo atacados”.

Dijo que continuó defendiéndose hasta que logró reponerse un poco, pero los ataques continuaron.

“Fue como una batalla medieval”, dijo. “Los insurrectos me llamaron traidor. Una vergüenza. Y gritaron que yo, un veterano y un oficial de policía, debería ser ejecutado”.

El sargento Gonnell imploró a los legisladores que investiguen la insurrección.

“Es imperativo que los eventos del 6 de enero se investiguen a fondo en el Congreso y que el pueblo estadounidense sepa la verdad de lo que realmente ocurrió”, expresó. “Que todos los responsables rindan cuentas, particularmente para garantizar que este horrible y vergonzoso evento en nuestra historia nunca se repite”.

Estoy seguro de que estaba gritando, pero no creo que pudiera escuchar mi propia voz”, dijo Fanone cuya cámara corporal captó el momento del ataque, una prueba que considera contundente. “Es una parte importante del expediente para la investigación de este comité y para que el país entienda cómo fui agredido y casi asesinado cuando la turba atacó el Capitolio ese día”.

El oficial dijo que cuando era atacado no dejaba de pensar en sus cuatro hijas.

“Dije tan fuerte como pude: ‘¡Tengo hijos!’. Afortunadamente, algunos de la multitud intervinieron y me ayudaron”, expresó. La agresión le dejó severos daños. “Me diagnosticaron una conmoción cerebral, una lesión cerebral traumática y un trastorno de estrés postraumático”.

Funte: El Diario

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